Este restaurante lleva formando parte de la historia de Astorga desde el año 1871, cuando comenzó siendo una pequeña tienda de comestibles y bebidas y, con el paso del tiempo, pasó a ser una casa de comidas. Desde entonces hasta nuestros días, cinco generaciones se han dedicado en cuerpo y alma a mantener la esencia de sus antecesores que, sin saberlo, habían levantado uno de los restaurantes más emblemáticos de la ciudad. Su especialidad es la cocina tradicional y si te acercas hasta aquí podrás degustar platos tan elaborados y completos como el congrio al ajo-arriero, bacalao confitado o morcillo de ternera. Todo ello acompañado de un buen vino de la tierra.