Se trata de un antiguo molino restaurado como casa rural. Es un espacio encantador, con habitaciones enormes y un saloncito muy cómodo donde las tardes pasan volando. Su cocina no está nada mal y mezcla lo moderno y lo tradicional. Prueba una de sus ensaladitas. No está en pleno camino pero está cerquita y van a buscarte si lo solicitas.