Cuando te adentres en El Bierzo, te recibe este hotel/restuarante donde se come bien y estás más que a gusto. Sus postres son su plato estrella, ¡la tarta de la abuela y la de chocolate están de muerte! Además, ¡tiene piscina! Así que si vienes en verano, podrás darte un baño al antes de comer. Esta rústica y acogedora casa se ha convertido en un lugar de paso para muchos peregrinos, por lo que te sentirás uno más de la familia.