A tu llegada a Santo Domino de la Calzada estarás a las puertas de Castilla de León, comunidad en donde transcurren casi la mitad de los kilómetros del Camino. Por fin te olvidarás de las grandes subidas y bajadas, éstas empezarán a dar a paso a las amplias planicies de campos agrícolas. Estás ante una etapa sencilla, de apenas 21 kilómetros en la que la única dificultad que encontrarás será la búsqueda de una sombra si te encuentras en alguno de los meses calurosos.
El primer pueblo al que llegarás será Azofra, un buen momento para tomar algún tentempié y rellenar la cantimplora pues no tendremos oportunidad de hacerlo hasta pasados 10 kilómetros en Cirueña.
Santo Domingo de la Calzada es una ciudad muy hospitalaria, pues ha sido históricamente una ciudad dedicada al peregrino. Construida hacia 1040 para tratar de mejorar las dificultades con que se encontraban los peregrinos al atravesar la zona, su fundador, Domingo García, ordenó la construcción de un puente que salvara el curso del rio Oca así como un hospital de peregrinos y una mejora en el camino. a Santo domingo de la Calzada es así una ciudad construida por y para el camino, se le atribuyen varios milagros, siendo el más famoso el milagro de la gallina «Santo Domingo de la Calzada, donde cantó la gallina después de asada». De este modo podrás encontrar que hoy en día Santo Domingo continúa siendo una ciudad muy atenta con el peregrino, ofreciéndole servicios gratuitos como su albergue gestionado por un grupo de voluntarios.
No nos podemos despedirnos de La Rioja sin probar unas buenas patatas a la riojana y unas buenas chuletas de cordero lechal al sarmiento. La cocina riojana ofrece también abundantes hortalizas y verduras como base de sus platos pero tampoco dejes pasar la oportunidad de probar algunos de sus magníficos dulces.