Comienza la cuenta atrás. La alegría por llegar se siente cada vez más intensa y las emociones están a flor de piel. No debes dejarte llevar por este entusiasmo pues todavía hay que afrontar estos últimos tramos de etapa, disfruta del recorrido y no quieras llegar lo más rápido posible a la meta, ¡pues ya nunca podrás volver atrás!
Esta última etapa requerirá también de un último esfuerzo si es que has llegado hasta aquí con las energías justas. El Monte do Gozo te exigirá de todo lo que te queda dentro pero la recompensa será la mejor de todo el camino al ver, desde lo lejos, la Catedral de Santiago. Una vez esta se asoma sobre el horizonte cualquier esfuerzo valdrá más la pena y cualquier paso costará menos esfuerzo.
Tras haber llegado hasta aquí y haber visto tan cerca la recompensa deberemos descansar un poco si queremos llegar al día siguiente a la misa del peregrino que se celebra a las 12 h.