Después de cruzar el río Esla por el famoso puente del Passo Honroso, seguramente, y aunque ya llevases unos kilómetros encima, hayas disfrutado de un paisaje muy agradable entre acequias y un infinito campo agrícola, típico de las tierras castellanas. Uno de los puntos más gratificantes de esta etapa es el crucero de Santo Toribio, donde se encuentra el mirador San Justo de la Vega y desde el cual puede verse la imponente ciudad de Astorga y el monte que la vigila, el monte Teleno.
Ese es el premio de esta etapa, llegar a la ciudad de Astorga. El patrimonio histórico y artístico de Astorga es inmenso, cuenta con siete declaraciones de Bien de Interés Cultural. Prepárate una ruta por la ciudad y no te pierdas ninguno de sus más famosos monumentos: la Catedral de Santa María, el Palacio Episcopal, la Estrágula Romana, el Ayuntamiento… y , por supuesto, el Palacio Gaudí.
Lo mejor que puedes hacer cuando llegues a Astorga es ir a comer a alguno de los restaurantes que te proponemos. Astorga ofrece una gastronomía única en toda la región, con platos típicos y unos productos que sólo encontrarás aquí.