¿Preparado para una nueva y emocionante etapa? Ata bien tus zapatillas, llena tu mochila de energía y déjate sorprender durante los próximos 37 kilómetros. Parece una etapa dura, ¿verdad? ¡No te preocupes! Los primeros 19 kilómetros atraviesan una increíble llanura arbolada, así que no dejes que el agotamiento te venza y disfruta del paisaje que te rodea. Después del esfuerzo, llegar a León es el mejor broche de oro para terminar el día.
Una vez estés en las calles leonesas, olvidarás el cansancio y querrás recorrer todos sus rincones. León tiene mucho que ver y un sinfín de alternativas para hospedarse y disfrutar de su gastronomía. El centro neurálgico del tapeo y el buen comer es el Barrio Húmedo, en el corazón de la ciudad, entre la Calle Ancha y la Catedral, donde las murallas medievales sostienen gran parte de los mejores lugares para comer de toda la ciudad.
Hay tantos bares y restaurantes que no sabrás por dónde empezar, así que te recomendamos que ese día no prepares ni comida ni cena porque saldrás de aquí habiéndote desabrochado, al menos, un botón del pantalón. Conviene que sepas que con cada consumición que pidas la tapa es gratis.Una excusa perfecta para no perderte ninguno de sus productos estrella, donde la cocina tradicional y la moderna se fusionan dando lugar a un sinfín de combinaciones. La cecina, la morcilla o el famoso chorizo de León son sólo algunos de los ingredientes que encontrarás en pinchos.
El Barrio Húmedo es un escenario único y muy acogedor para hacer turismo mientras a la vez tu paladar disfruta de la cocina leonesa. Los restaurantes y bares del Barrio Húmedo ofrecen un abanico impresionante que se adapta a todos los gustos. Te proponemos algunos sitios que te dejarán, literalmente, con la boca abierta.