Quizás, tras todos estos pequeños pueblos recorridos, ya estés deseando llegar a una gran ciudad donde encontrar multitud de restaurantes y espacios únicos, patrimonio y mucha gente. Burgos te está esperando con todo eso y más pero, hasta tu llegada, dedica tiempo para disfrutar de una de las etapas más bonitas e interesantes de todo el camino. Abre bien los ojos y déjate asombrar con cada uno de sus rincones.
Muy cerca de Agés se encuentra uno de los enclaves más conocidos del país. Declarado patrimonio de la humanidad, Atapuerca alberga algunos de los descubrimientos arqueológicos más importantes de la humanidad. No dejes escapar la oportunidad de conocer a nuestros antepasados visitando uno de los yacimientos más impresionantes de todo el mundo.
Tras visitar Atapuerca, el recorrido transcurre entre caminos pedregosos y montañas donde desde lo alto, descubrirás una de las vistas más bonitas de todo el camino: es Burgos, ciudad fundada en el año 884 aunque con vestigios de haber sido asentada en el neolítico (4.500 años A.C).
Avanzando entre áridas y peladas montañas atravesarás varios pequeños pueblos como Villalval, Cardeñuela Riopico u Orbaneja Riopico, todos ellos muy acostumbrados al peregrino, por lo que harán que tu estancia aquí será muy acogedora.
Burgos es la gran recompensa. Qué decir de una ciudad con una de las catedrales más famosas del mundo. En su interior, el sepulcro del Cid, da cuenta de ello.
Un patrimonio artístico y cultural, el de Burgos, que es casi inabarcable. Te invitamos disfrutar de su maravillosa gastronomía y embarcarse en un aventura que te llevará desde el románico hasta el gótico.